Usar ‘la vieja confiable’ como forma de introducir a Gal Guardians: Servants of the Dark es un resumen perfecto de lo que encontraremos en este muy disfrutón metroidvania. Volveríamos décadas atrás en el tiempo, y sin embargo, la explosión del género en la última década hace que las manos callosas y veteranas que lleva detrás aún tengan mucho que decir y aportar.
El año que viene Inti Creates cumplirá treinta años desde su fundación, con personal venidos nada menos que de CAPCOM. Y lo que han hecho durante tanto tiempo sobre todo es ofrecer juegazos 2D de estilo clásico, que han sabido refinar durante tanto tiempo. Este nuevo juego es tanto otra muestra de su profesionalidad a la hora de seguir estilos añejos, como su voluntad de aportar siempre algo más.
Y que las cosas con un poquito de picante tienen mejor sabor.
Hace casi tres meses que se lanzó Gal Guardians: Servants of the Dark, secuela del excelente Gal Guardians: Demon Purge, que tan buen sabor dejó a los que seguimos adorando los buenos juegos 2D japoneses. El lanzamiento físico en PlayStation 5 y Nintendo Switch por parte de Meridiem Games es no solo una gran oportunidad de acercarse al juego, sino también, de hacerlo en mejores condiciones que en su lanzamiento.
Si el año pasado experimentaron con el particular gameplay de Umbraclaw, manteniendo su dominio en juegos 2D, aquí volvemos a algo más tradicional y muy conocido. Del primer Gal Guardians estructurado por niveles, con su backtracking igualmente, ahora ya pasamos a algo mucho más abierto y extenso en la fórmula infalible de los metroidvania.
Cambiamos de tercio, las hermanas Kamizono dan paso a dos nuevas protagonistas, Kirika y Masha, cambiando incluso de bando. Porque las nuevas protagonistas son demonias sirvientes, ‘maids’ como leeremos durante todo el juego aunque tengamos los textos en español. Se sigue jugando con el toque ‘lolicon’ tirando más al humor que a cosas sonrojantes. Al volver al castillo de su amo, el señor demoníaco Maxim Exterminio, contemplan impotentes como otro Lord del infierno lo destruye. Desoladas por haber faltado a su deber al no estar al lado de su amo, una pequeña esperanza se abre paso. El pobre Maxim se ha visto reducido a un tapujo cadavérico llameante, pero puede recuperar su poder si los tres recuperan sus huesos, centenares de ellos, diseminados por el Reino Demoníaco. No será fácil, pero el camino merecerá mucho la pena.
El cambio a un estilo más abierto y con más contenido se hace partiendo de los mimbres del juego anterior, empezando por la muy buena idea de tener dos personajes alternativos o en cooperativo. Manejamos a ambas sirvientas y alternamos entre ambas simplemente pulsando LT/L2. Kirika hereda el rol de Shinobu de ‘hermana mayor’ y su uso del combate a distancia con armas con munición recargable. Masha, clásica chica más inocente y desenfada, ofrece combate cercano como ya hacía Maya, haciendo más daño y con combos y movimientos muy útiles una vez aprendemos a manejarla. Pero es que también volvemos a tener el cooperativo local que hace podamos jugar las 15-20 horas de aventuras junto a alguien a nuestro lado. Y parece que en breve, incluso de manera online, veremos…
Pues a pesar de que Gal Guardians: Servants of the Dark es muy muy clásico, muy «Symphony of the Night«, igualmente da algunos giros al diseño global y la progresión, que merecen profundizarse.
Para empezar, tenemos el castillo central de nuestro señor, que podremos ir llenando con sus antiguos sirvientes a medida que encontremos sus almas dispersas por el Reino Demoníaco. Tras devolverlos a sus cuerpos, tendremos diferentes servicios en el castillo, como el herrero tacaño -con un sistema de síntesis y mejora de armas muy elaborado-, el peculiar almacenero, el cocinero, el bibliotecario, los caballeros guardianes, la botánica…
Lo más llamativo y definitorio del sistema de progresión es que los niveles y hasta los nuevos movimientos usuales en el género -doble salto, impulso en el aire…- se consiguen acumulando huesos de Maxim.
En todas las áreas que visitemos habrá un número de ellos -indicado en el mapa general, no en el mapa rápido que podemos sacar-, y cuando volvamos al trono del señor demoníaco es donde subiremos de nivel al entregarlos. Esto lleva a mejorar vida, ataque, defensa, y el poder demoníaco que nos sirve para usar las numerosísimas sub-armas y objetos mágicos. Los podemos conseguir derrotando jefes, abriendo cofres, o simplemente, los enemigos normales dejarán caer un buen número de ellos también al ser destruidos.
Y la cosa es que no solo habrá que ir y venir cargados de huevos, que afortunadamente en la actual versión del juego -escribo esto con la 1.3 lanzada- es mucho más cómodo que en origen, sino que también diversos objetos sirven para abrir camino. No se tratará solo de saltar más o impulsarse más lejos, tendremos que encontrar durante el viaje qué útiles abren paso. Afortunadamente, tampoco se trata de probar todo con todo, que sería abrumador dada la abrumadora cantidad de útiles y armas que encontraremos, aunque muchos son versiones mejoradas de otros. Luego estaría el sistema de síntesis que he mencionado antes tanto para mejorar esos objetos, como para jugar con los efectos asociados que algunos traen -afinidad elemental, mejoras de parámetros, estados alterados… – , aunque esto ya es solo a nivel de hacernos más letales. No se abren caminos con ello.
Por supuesto, habrá bastante que explorar y hacer, distintos objetos según los personajes del castillo que vayamos devolviendo a sus cuerpos, mercaderes ambulantes, gestión del dinero, escudriñar bien cada zona y usar los marcadores del mapa con acierto… que nos llevarán a dos finales según lo metódicos que hayamos sigo. Lo dicho, todo conocido y bien afinado.
Gal Guardians: Servants of the Dark funciona muy bien, repitiendo una vez más, que mejorando a como el juego fue lanzado. No se trata solo de hacer el anterior juego más grande y meter contenido al bulto sino de hacerlo con profesionalidad. Y aquí la hay. Algo de agradecer es que el volver sobre los mismos escenarios no se siente tan repetitivo como en Demon Purge, pero algunos de transición como el bosque o las cuevas tampoco son demasiado estimulantes al regresar a ellos.
Podríamos decir que pasa lo mismo que en el juego de hace dos años, que a veces todo se siente un poco… ancho, amplio. Esto es debido al gran logro del juego cooperativo, para que ambos jugadores puedan tener fluidez jugable aún en los momentos más apurados, que los hay, especialmente con las jefas. Afortunadamente también como en Demon Purge, el diseño aguanta bien para los que somos lobos solitarios.
Mencionar también el «roadmap» que Inti se ha trazado con el juego, lanzando contenido adicional gratuito durante estos meses, como la arena de batalla tras terminar el juego por primera vez, o nuevos objetivos y más misiones de los personajes del castillo. Pero uno de ellos… o dos realmente… el bicíclope -lo siento, no sé definirlo mejor…- por ahora está ahí sin función. Pero si todo va bien, a finales del mes que viene permitirá usar el modo cooperativo online. Esa buena idea parece que dejaría que cada jugador tuviera cierta independencia, que no sería necesario estar ambos en la misma zona. Supongo que habrá cruces y vicisitudes que harán converger a ambos a la vez, pero podría ser algo genial que cada jugador vaya encontrando huesos por su cuenta en puntos muy distintos, para luego mejorar ambos su nivel y habilidades a la que uno de ellos regresa al castillo. Pero estoy especulando, aún hay mucho por aclarar.
Aunque realmente se podría seguir profundizando aún más en algunos aspectos del juego, realmente resumimos con que Inti Creates ha logrado un excelente metroidvania, bien engrasado, con excelente trabajo artístico y sonoro -las voces son casi constantes-, y que sabe apoyarse en lo hecho antes.Justamente al mencionar las ediciones físicas lanzadas por Meridiem Games en Nintendo Switch y PlayStation 5, hay que decir que se puede entrar perfectamente aquí de primeras, sin conocer el juego anterior. Así que tanto para el comprador digital -el juego se ha lanzado ya en sistemas Xbox a comienzos de este mes-, como para quienes no vamos a perder la sana costumbre de comprar juegos palpables con su caja, Gal Guardians: Servants of the Dark es una excelente apuesta, que seguirá mejorando en los próximos tiempos.